César «ACHAHUANCO» nació en Sicuani, Cuzco Perú, ciudad enclavada en los andes sudamericanos, otrora capital del Imperio de los Incas, cultura que desarrolló desde 1000 años a.c. considerada la más importante del hemisferio occidental .Desde los primeros años de su infancia, César “ACHAHUANCO” , mostró su talento por el dibujo y la pintura, impregnado por la fuerza telúrica del trapecio andino, resultando el más caracterizado en el colegio donde realizó sus primeros estudios.
A los 14 años de edad, se hizo merecedor del primer premio del concurso nacional de acuarela, organizado por el ministerio de educación, patrocinado por las municipalidades del país, y auspiciado por la Cia. de
aviación AVIANCA.
Empezó exponiendo individualmente a partir de 1970, cuando aún era un adolecente de 15 años .
Posteriormente inició sus estudios de arte, en la Escuela Superior de Bellas Artes de Cuzco, y en la facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de “San Antonio de Adad” , además realizó estudios de dibujo y diseño en “Modern School” INC. de Miami USA.
Dentro del desarrollo pictórico de su obra, ésta a atravesado por diferentes escaños de investigación y estudio, en cuanto a la técnica, y a la temática logrando un dominio sutil y pulcro del óleo, acrílico, acuarela, pastel, y otras técnicas mixtas, y en cuando a la temática a mostrado siempre una inmerción absoluta, y un compromiso social y humano con la realidad y la historia de su país.
La crítica especializada, lo ha catalogado como el artista más completo de su generación, por los logros obtenidos en la ejecución de sus cuadros, por el planteamiento prolijo de sus obras, y por las propuestas pictóricas en cuanto al color y forma se refieren.
Luego de una profícua labor en el campo artístico durante las décadas de los años 70 y 80, es galardonado por la Municipalidad Provincial de Canchis (Cusco), y posteriormente decide viajar a Europa, para exponer su obra en galerías de Londres (Inglaterra), Paris (Francia), Ginebra (Suiza), Amsterdam (Holanda), Bruselas (Bélgica), Barcelona (España), entre otros, durante los años 2000 y 2007, periplos de los que a obtenido merecidos elogios, y la invitación al país asiático de la China, por el Museo “Yanghuang” de Pekín, donde en la “Catedral del Arte pekines” expone su obra.
==============================
EL LLAMADO SUTIL DE CESAR ACHAHUANCO
La pintura de César Achahuanco, a primera vista, se inscribe una tradición costumbrista: heredero de los pintores indigenistas de la Escuela Sabogal, a comienzos del siglo XX , son notorios sus temas inspirados en motivos peruanos.
Sus nostálgicos paisaje andinos, flores y animales de la rica fauna serrana lo demuestran cabalmente. Son auquénidos de cuellos largos estilizados, colibríes agitados en revoloteos, plañideras cantutas en pletórica floración que contrastan con los ocasos nostálgicos del lago Titicaca…
Su paleta cromática de colores intensos se apoya, principalmente, en una gama de colores primarios y complementarios, transmitiendo al espectador una fuerza expresionista y, ciertamente, cargada de vitalidad. Pero más poderosas se hacen estas sensaciones vibratorias con sus interesantes interpretaciones de monumentos arqueológicos como el Intiwatana, ese enigmático reloj solar en las alturas de Machupicchu que «ataba» al que superpone ingeniosamente la figura estilizada del ave colosal del desierto de Nasca en verdes y azules casi acuáticos. O su crepuscular visión del Lanzón de Chavín, con sus feroces colmillos y rasgos de cóndor sanguinario, impregnados de luces verdosas, azuladas y anaranjadas que contribuyen al dramatismo de la imagen.
Su dominio de la acuarela, por otra parte es virtuoso. No por algo luce en su currículo diversos galardones por ésta sutil técnica, en la que las transparencias son ligeras i etéreas… aunque el artísta parece realizarse en sus óleos y acrílicos de mayores dimenciones.
En suma, se trata de un pintor figurativo conectado con las raíces telúricas del Perú, en plena transición hacia una temática surrealista en la que le auguramos grandes logros.
No debemos olvidar que Achahuanco, al igual que el nieto de la peruana Flora Tristán, nada menos que Paúl Gauguín que dejó su bien remunerado cargo de corredor de bolsa, por los pinceles también re-encuentra su vocación de artista ya en la madurez, luego de trabajar largos años como contador en una empresa bancaria….Estas vocaciones que todos lo dejan al llamado del Arte no sólo son auténticas, sino que exigen coraje y valentía, por lo que César augusto Pardo Aedo «Achahuanco» merece ciertamente todo nuestro apoyo.
Jacques I. Bartra.
Cónsul General del Perú en Ginebra.
Setiembre 2003
==============================
César Pardo Aedo «Achahuanco», en su propósito de individualizar su trabajo, muestra 3 facetas: Llanura en el primer plano, i la superficie inmediata, opresivamente oscuro en ciertos ambientes, y nubosidades, sin embargo, un sentimiento reprimido que cuando logre liberarse, podría cambiarlo en un francotirador escondido detrás de un parapeto del arte, no aislado e indiferente, sino que busca incesantemente, ya que muestra algunas rupturas intencionales buscando un equilibrio, y singular cromatismo.
José Ruiz Rosas
Poeta Mayor (Arequipa)
==============================
Al estar formado como Arquitecto, César refleja una técnica prolija, y correcta donde nos ofrece un mensaje bajo la mirada especial de un artista, ofreciendo trabajos que manifiestan un dominio sutil del color, es la sobriedad trabajada que sirve como soporte para mostrarnos el dominio absoluto en sus oníricas perspectivas paisajistas, y eximio dibujante que es él.
Noel Lama
2V’S Gallery Director. (Lima)
==============================
Los motivos del trabajo pictórico de César Pardo Aedo «Achahuanco» muestran un trabajo que ofrece con precaución, propuestas con la inspiración telúrica de los andes, al margen de lo emocional, su paleta de pintor sabe cómo atrapar el secreto ancestral de nuestra raza.
Sus óleos, de empaste suave nos muestran su experiencia que transmite con nobleza ,y sinceridad el misterio, que sacude el mundo mágico andino, y sus acuarelas etéreas y transparentes iluminan el alma del espectador.
Luis Nieto Miranda
Poeta.